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sábado, 5 de febrero de 2011

LO QUE UN BOMBERO DEBE DE SABER; ESTRÉS TERMICO / ARTICULO DE MIGUEL GOMEZ ABANTO PARA LA HERMANDAD DE BOMBEROS

ESTRÉS TERMICO
Las diferentes manifestaciones clínicas que se inician en los organismos que son aún capaces de controlar su temperatura corporal, deben ser prevenidos una vez iniciados, ya que si no, evolucionarán a situaciones de auténtico riesgo vital; aunque se trate de procesos menores, no hemos de supervalorarlos ni de subestimarlos.

En los síndromes clínicos más leves, los síntomas aparecen como reacción de los mecanismos corporales para enfriar el progresivo calentamiento del organismo o bien para compensar la agresión térmica inicial y su repercusión fisiológica. Estos síntomas, a veces, son engaños

Las patologías más leves son:
El agotamiento, los calambres y el síncope por el calor (los más típicos).
El cuadro más grave:El golpe de calor (este no se presenta con tanta frecuencia).
Agotamiento por calor.
Este se presenta cuando se ha producido una pérdida considerable de líquido (agua, minerales) por la exposición a una temperatura y humedad ambientales muy elevadas, esto derivará en un cansancio progresivo, que es el agotamiento por calor. Los síntomas son: debilidad, cansancio extremo, dolor de cabeza, aumento de la frecuencia cardiaca (taquicardia), palidez, descenso de la tensión arterial (hipotensión), náuseas y vómitos. La temperatura corporal se mantiene por debajo de los 39º C. y la capacidad mental se mantiene.

Calambres por calor.
Una vez de haber sufrido el agotamiento y si persisten las condiciones ambientales, el esfuerzo físico intenso, se producirán contracturas dolorosas de la musculatura esquelética, localizada sobre todo, en pantorrillas, muslos y hombros. Estas contracturas son secundarias al desequilibrio hidroeléctrico desencadenado por la excesiva sudoración. Los síntomas son los mismos que los anteriores, más la aparición de calambres musculares muy dolorosos.

Síncope por calor.
En ocasiones, la respuesta del organismo ante estas situaciones ambientales y de sobreesfuerzo, es brusca. Se puede presentar una pérdida de conciencia inmediata, sin que la temperatura corporal suba más de 39º C.

Golpe de calor por sobreesfuerzo o Estrés Térmico:
Ante unas condiciones ambientales extremas, se desbordan e incluso anulan la capacidad y los mecanismos termo-reguladores del organismo y aparece este cuadro que tiene dos orígenes:

Origen Endógeno: provocado por un trabajo y/o esfuerzo muscular duro y prolongado, que es capaz de generar en una hora, entre 800-900 Kcal., de las cuales, sólo el 25% se libera como energía en forma de trabajo y el 75% restante, se libera como energía calórica del organismo

Origen Exógeno: provocado por las condiciones ambientales, como son temperaturas mayores de 35º C. y humedades relativas mayores del 60%.

Estos dos orígenes nos definen a este cuadro como Golpe de Calor ACTIVO y se lo diferencia del Golpe de Calor PASIVO, en el cual no existe el componente del esfuerzo.

Como respuesta compensadora del organismo, se produce entre otras situaciones una incapacidad para la sudoración o incluso una obstrucción mecánica de las glándulas sudoríparas. Al no poder eliminar el calor corporal, se produce una severa HIPERTERMIA (temperatura corporal igual o superior a 40º C.). Al utilizar el equipo de protección, la eliminación es aún menor, ya que limita tres de los cinco sistemas de pérdidas de calor corporal.

Si la temperatura corporal supera los 42º C., se empieza a dañar el sistema nervioso y cardiovascular.

A partir de los 45º C, se inicia la destrucción celular y el daño de los órganos afectados es aún mayor, respecto a los síntomas podemos hablar de dos fases:

Fase de inicio: en la cual aparecen trastornos del comportamiento (desorientación, irritación, agresividad, etc.), a los que se le añaden calambres musculares, taquicardias, piel enrojecida, seca y caliente, aumento de la frecuencia y ritmo respiratorios (hiperventilación y taquipnea).

Fase de instauración: Hipertermia, alteraciones importantes del nivel de conciencia, signos de afectación cerebral (parálisis en extremidades, etc), signos cardiovasculares, ausencia de sudoración (anhidrosis), alteración en la piel (pequeños puntos rojos) y dolores musculares náuseas, vómitos y diarreas.

TRIADA CLASICA DEL GOLPE DE CALOR

En definitiva tenemos un cuadro de: Estrés térmico, Estrés físico, Estrés psíquico.

Primera respuesta "IN SITU" de las termopatias.
Para ser prácticos y efectivos ante un compañero o víctima que sospechemos afectación por temperatura y humedad, añadidos sobreesfuerzo, lo que haremos será:

En primer lugar: alejarlo de la zona del siniestro, colocarlo en un ambiente fresco, ventilado y a la sombra. Le quitaremos la ropa, como mínimo hasta la cintura y lo colocaremos estirado en posición de decúbito supino espaldas al piso cara hacia arriba y elevaremos las piernas 15 cm del piso.

En segundo lugar: iniciaremos el enfriamiento por medio de toallas, sábanas, trapos limpios, empapados en agua y colocados en cuello, axilas, ingle, tórax, rociando periódicamente estos con agua fría. A la vez se le aplicará un masaje muscular vigoroso que evitará la vasoconstricción de los vasos sanguíneos superficiales, debido al enfriamiento periférico (de lo contrario podríamos provocar una hipotermia) y ventilaremos al paciente, aumentando la circulación de aire fresco a su alrededor.

En tercer lugar: iniciaremos la rehidratación, por medio de agua o bebidas isotónicas. Si no está consciente, no se le administrará NADA.

En cuarto lugar: se expondrá, examinara e infundirá lo antes posible, por el personal medico. Se lo trasladara preferentemente en ambulancia, llevando ésta el habitáculo bien ventilado.


PREVENCION PARA LA AUTOPROTECCION

La prehidratación:

Esto es clave y poco tenido en cuenta, en los incendios hemos de pedir desde el principio agua potable o jugos azucarados considerar que el momento más crítico de un incendio se produce al inicio de las maniobras de extinción, con el riesgo de producir una termopatía. Sería muy importante que el personal mientras concurre al siniestro vaya ingiriendo algún tipo de bebida isotónica o agua embotellada, como mínimo 500cc.

Con esto aumentamos, primero las reservas hídricas antes del esfuerzo y se mantienen dichas reservas durante el esfuerzo. Recordar que la sed es el primer síntoma de compensación cuando los mecanismos del organismo han sido superados y un fallo en la hidratación, puede dar como resultado la aceleración en todos los procesos degenerativos que se pueden producir en un siniestro.

Tiempo de intervención:

Durante los siniestros es preciso llevar un control estricto del tiempo de intervención del personal la duración de la situación de esfuerzo máximo debe ser reducida en lo posible, para evitar acumulación de ácido láctico (signo de agotamiento físico).

La táctica y protocolos de actuación deben favorecer la posibilidad de realizar relevos en primera línea, con la cadencia suficiente dependiendo de las condiciones del siniestro. Esto nos permitirá mantener al personal en las mejores condiciones físicas psíquicas durante el mayor tiempo posible y con la mayor eficacia.

Condición Física:
Es muy importante que el personal mantenga una buena condición física, hacer ejercicios y controlar el peso. Un buen entrenamiento NO implica una mayor tolerancia al calor, pero SI permite que nos adaptemos mejor a determinadas situaciones extremas. Además del estado físico, hay otras variables que pueden afectar a nuestra respuesta durante la intervención, como son:

• El estado psíquico: manteniendo un seguimiento y apoyo.

• La confianza: que se adquiere mediante la formación técnica, la repetición de acciones y el desarrollo y experiencia de la propia habilidad.

• La formación psicológica y el autocontrol: son conceptos básicos como el hablar y comunicarse con un accidentado, qué información darle, cómo y porque.

• Tenemos que vestirnos para afrontar los diferentes tipos de intervenciones en cualquier época del año y ser conscientes de que nuestra seguridad personal depende del E.P.P y
del uso correcto de cada prenda, el peso de nuestro equipo oscila entre los 35kg a 50kg.

No debemos anteponer la comodidad a la protección necesaria para el servicio, ya que aumentaríamos el riesgo de un accidente, no debemos adaptar nuestra vestimenta al tipo de función a realizar y no debemos desprotegernos, ni sobreprotegernos.
Teniendo en cuenta los riesgos que podemos sufrir en las intervenciones y los riesgos derivados del uso inapropiado de los E.P.P, el bombero, debe entender la seguridad como un concepto de seguridad global y prioritaria.os para el bombero y éste debe saber detectarlos y reconocerlos a tiempo. 

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